Trofeo Akiles. 12-12-2010

Mi primer Trofeo Akiles.

¡Cómo me ha gustado esta carrera! Correr en la Casa de Campo siempre es un lujo, y si el día acompaña, como lo ha hecho hoy, aún mejor. Mañana fría (5º), con el cielo nublado y con niebla. Qué más podemos pedir para correr a gusto.

Además, creo que es la primera carrera que corro con cabeza; de menos a más, como dicen los que saben.

Los primeros 4 km son de subida contínua, hasta nuestro querido e histórico Cerro Garabitas. Siempre me ha llamado mucho la atención la historia acerca de este lugar por el que he pasado cientos de veces, a pie o en bicicleta. Donde he disfrutado de sus preciosas vistas de toda la Casa de Campo, del Palacio Real, de la Almudena, la Torre Madrid...Mucha gente no lo sabe, pero el Cerro Garabitas, que hoy es un privilegiado mirador, durante la guerra civil fue un enclave estratégico para la toma de Madrid y en él pintaron bastos.

En la subida al cerro, hay dos repechos de los buenos, de los que te dejan clavado, pero hemos sabido administrar fuerzas y subir con calma.

A partir del km4, la carrera es gozosa. La bajada del Garabitas dura un par de km y se baja lanzado y tratando de recuperara el esfuerzo de la ascensión, pero el rápido ritmo a penas margen para la calma. Del km 6 al 7, un llaneo cómodo, y del 7 al 9 ligera subida. El último kilómetro, en bajada hacia la meta se hace rapidísimo.
Esta nueva sensación de empezar tranquilo y acelerar en la segunda mitad de la carrera ha dado muy buenos resultados. El tiempo ha sido muy similar al del Trofeo José Cano, pero el esfuerzo ha sido mucho menor. He acabado mucho más descansado y con la sensación de que podría haber apretado más. Pero hoy no apetecía sufrir, sino disfrutar, y lo he hecho de verdad.