El relevo. Lunarglide 2

Hoy he adquirido las que serán mis zapatillas para la próxima maratón de Madrid. He seguido los consejos de mi oráculo y he comprado unas Nike Lunarglide 2. Tenía mis dudas sobre si son adecuadas para una distancia tan larga como un maratón, pero el hombre de la tienda me ha dicho que sin duda eran válidas, por su gran amortiguación y bajo peso. Ya veremos.

En comparación con mis actuales Kayano, se sienten más ligeras y ventiladas en el pie. También se nota una horma más ancha, con lo que los dedillos del pie se encuentran mucho más a gustito. Como no puedo evitar ser un poco friki (por algo tengo un blog), las he pesado en la báscula digital de cocina. Cada una de ella pesa 325 gramos en talla americana 10,5. Esto es 62 gramos menos que cada una de mis Kayano (387,5gr). No sé si corriendo, esta diferencia se notará (seguro que no), pero la verdad es que con la zapatilla en la mano se nota mucho.

Tiene dos franjas reflectantes; una pequeña horizontal en el empeine, justo debajo de los cordones, y otra más grande vertical en el talón.

Su construcción llama mucho la atención, por una aparente sencillez. Aunque cuando uno se fija a fondo se da cuenta de que esa sencillez es más compleja de lo que parece. Llama la atención los ojales de los cordones, que estan bordados para evitar que el tejido plástico-gomoso se desgarre (flywire). También el logo de la marca, que está directamente pintado sobre la zapatilla, imagino que para ahorrar unos gramos. También es muy llamativa la zona del medio pie, que llaman FlyWire; se trata de una especie de red de nylon (o parecido) finísima, casi transparente.

He tenido la oportunidad de tener en las manos la Lunarglide+ y la 2+. A pesar de que el tendero me decía que se trataba de la misma zapatilla con distintos colores, yo he observado bastantes diferencias en su construcción. Así, a bote pronto he visto que eran diferentes la lengüeta, los ojales para los cordones, el grosor de la plantilla interna, el Flywire era completamente distinto y los refuerzos por la zona de los dedos. De hecho, en el modelo antiguo, uno de los refuerzos me pasaba justo por encima de la uña del dedo gordo, lo que supone un roce seguro. Cuando las estrene comentaré mis sensaciones.