Terminé la tercera media maratón del año, y la última por una temporada.
Mi tiempo: pues 1H44M y treinta y pico segundos, no recuerdo el pico.
¿Satisfecho?, pues moderadamente. Es mi mejor tiempo, pero creo que no corrí con inteligencia. De hecho, creo que podría haberlo hecho mejor, y no estoy contento con cómo me planteé los ritmos de carrera. Empecé demasiado fuerte, y lo acabé pagando…pero es que en esta ocasión corría sólo, con lo que mi delito es mayor.
Tenía todo a mi favor; buen día, buenas sensaciones y me pudo la euforia. Comencé a un buen ritmo. Los primeros Kilómetros caían en 4:40, lo que para mí ya es trotar a un ritmo con cierta exigencia. Pasé por el Km 10 en 47 minutos, eso es a 4:42 de media…y me encontraba bien, fuerte, sobrado. “voy para acabar en 1:40” pensé…
Apenas 2 km después algo empezaba a fallar. Tenía muchísimo calor, y el tiempo por km ya estaba más en los 5 minutos.
A pesar de ello, estaba alcanzando a un compañero, Marcos S.. Cuando llegué a su altura me comentó que iba de pajarón, así que decidí quedarme un rato con él. Trotaba Marcos en torno a los 5:20. Le comenté que en el km 13 me esperaba mi mujer con un Powerade fresquito que nos lo beberíamos a medias y le iba a reponer de la pájara…pero él iba decidido a dejarlo.
Continué con él hasta aproximadamente el km13,5 pero al tirar para adelante, ya no conseguía bajar de los 5:00-5:10. Eché cuentas y calculé que para bajar del 1:45 ya no tenía mucho margen. Tenía que hacer todos los km en 5min, pero en cuanto había algún tramo con ligero desnivel, me ponía en 5:30, y eso me desmoralizaba.
A partir del 17-18 ya iba jodido de cabeza. Que si menuda mierda, que si queda un huevo, que quién me manda a mi… En el 20 decidí dejar de mirar el reloj. Ya me daba igual el tiempo. Sólo quería terminar y beberme algo fresquito. La última recta fue mortal. Unos 500 metros viendo la meta a lo lejos, con el sol pegando de pleno y sin gente por las calles para animar. Salvo mi mujer, que allí estaba infalible con Lisa dándome el último empujón a meta.
En cuanto a la organización, bastante buena. Se trata de una carrera modesta, con apenas 400 inscritos. La bolsa del corredor abundante. Invitación a un plato de migas y barra libre de cerveza coronita, acuarius, nestea, invitación para corredor y acompañante a la piscina municipal…
Como aspectos a mejorar: sólo había 1WC de hombres y otro de mujeres. No había ni urinarios. No había cronometro en meta
Mi tiempo: pues 1H44M y treinta y pico segundos, no recuerdo el pico.
¿Satisfecho?, pues moderadamente. Es mi mejor tiempo, pero creo que no corrí con inteligencia. De hecho, creo que podría haberlo hecho mejor, y no estoy contento con cómo me planteé los ritmos de carrera. Empecé demasiado fuerte, y lo acabé pagando…pero es que en esta ocasión corría sólo, con lo que mi delito es mayor.
Tenía todo a mi favor; buen día, buenas sensaciones y me pudo la euforia. Comencé a un buen ritmo. Los primeros Kilómetros caían en 4:40, lo que para mí ya es trotar a un ritmo con cierta exigencia. Pasé por el Km 10 en 47 minutos, eso es a 4:42 de media…y me encontraba bien, fuerte, sobrado. “voy para acabar en 1:40” pensé…
Apenas 2 km después algo empezaba a fallar. Tenía muchísimo calor, y el tiempo por km ya estaba más en los 5 minutos.
A pesar de ello, estaba alcanzando a un compañero, Marcos S.. Cuando llegué a su altura me comentó que iba de pajarón, así que decidí quedarme un rato con él. Trotaba Marcos en torno a los 5:20. Le comenté que en el km 13 me esperaba mi mujer con un Powerade fresquito que nos lo beberíamos a medias y le iba a reponer de la pájara…pero él iba decidido a dejarlo.
Continué con él hasta aproximadamente el km13,5 pero al tirar para adelante, ya no conseguía bajar de los 5:00-5:10. Eché cuentas y calculé que para bajar del 1:45 ya no tenía mucho margen. Tenía que hacer todos los km en 5min, pero en cuanto había algún tramo con ligero desnivel, me ponía en 5:30, y eso me desmoralizaba.
A partir del 17-18 ya iba jodido de cabeza. Que si menuda mierda, que si queda un huevo, que quién me manda a mi… En el 20 decidí dejar de mirar el reloj. Ya me daba igual el tiempo. Sólo quería terminar y beberme algo fresquito. La última recta fue mortal. Unos 500 metros viendo la meta a lo lejos, con el sol pegando de pleno y sin gente por las calles para animar. Salvo mi mujer, que allí estaba infalible con Lisa dándome el último empujón a meta.
En cuanto a la organización, bastante buena. Se trata de una carrera modesta, con apenas 400 inscritos. La bolsa del corredor abundante. Invitación a un plato de migas y barra libre de cerveza coronita, acuarius, nestea, invitación para corredor y acompañante a la piscina municipal…
Como aspectos a mejorar: sólo había 1WC de hombres y otro de mujeres. No había ni urinarios. No había cronometro en meta