Por fin ha llegado el ansiado día: Hoy hemos corrido la media maratón. Mi primera media...y ya estoy pensando en la siguiente. Eso es buena señal, ¿no?.
El día ha amanecido precioso y fresco, aunque al final el sol ha pegado fuerte.
Nuestra aventura comienza a las 7:40 en la pista roja de Pozuelo. De aquí y sin más demora, camino de la casa de Pablo. Qué detalle por su parte y cuánto le agradezco habernos proporcionado ese punto logísitico.
En su casa nos hemos cambiado de ropa y nos hemos puesto los chips, que nos había recogido él.
El ambiente en el Retiro, era genial. Se respiraba una mezcla de ilusión, emoción, alegría y sobre todo muchos, muchos nervios. No había más que ver la cola ha había en los baños...
Nos abrimos un hueco entre los 13.000 corredores en busca de una posición de salida.
A las 9 en punto suena el pistoletazo, y ¡EMPIEZA LA CARRERA!. Un par de minutos despúes, pasamos por la alfombra de lectura de chips, cronómetro en marcha...la salida se produce sin grandes aglomeraciones-completamos el 1er Km en 5:17min-enfilamos O´Donnell y Príncipe de Vergara. El ritmo va mejorando según buscamos huecos por el carril bus. Amparo nos va marcando la carrera, mientras no paro de decirle “¡suave, suave!”. ¡Esta chica está desbocada!. Sin darnos ni cuenta, llegamos a Santa Engracia...¡comienza la cuesta!. Sin ceder ni un metro, no dejaremos de subir hasta la Plaza de Castilla.
El cuerpo de bomberos de Santa Engracia al completo nos obsequío con aplausos y haciendo sonar sus sirenas...¡Cómo disfrutamos este momento!
Atravesamos Cuatro Caminos y pisamos Bravo Murillo. Me sorprende comprobar lo que ya me habían dicho...esta calle tiene bastante más desnivel el esperado.
Amparo y Jorge marcan algunos metros a 4:00min; “suave, suave” les digo-aún queda mucho-.
Llegamos a Plaza de Castilla, el ambiente es bueno y hay gente animando. Pasamos en Mateo Inurria por el Km 10 en 51 minutos. El ritmo es bueno, nos queda la bajada...pero el sol está empezando a apretar duro.
Bajamos por Pio XII buscando la Calle Serrano...algún repecho rompepieras nos sorprende y nos hace bajar ritmo. Tomamos Serrano y bajamos con buena marcha, pero ¡ay Dios! Cruzamos María de Molina y la C/Serrano cambia de pendiente...¡y de qué manera! -Duro repecho antesala de lo que nos espera apenas 200 metros más adelante-. Giramos por Diego de León y la cuesta se endurece. Estamos en el km 14 y empiezan a aparecer los primeros síntomas de fatiga.
El camino vuelve a bajar. Las fuerzas nos vuelven a las piernas. Vamos bien, las sensaciones son buenas...Caen los metros: km 16...km 17...km 19...esto está chupado ¿chupado? Comprendo por qué es tan odiada la cuesta de Mariano de Cavia y del Angel Caído. En menos de 20 segundos paso de encontrarme pletórico a hundirme absolutamente...las piernas no van...la cabeza dice “sólo te quedan 2 km”...las piernas y el corazón dicen “déjalo, abandona” Madre mía, cómo es posible pasar de la euforia al desánimo más absoluto en apenas 50 metros...y esta cuesta no acaba nunca.
Llego a la cima, comienza una bajada, pero hay que volver a subir. Jorge me espera, pero yo no quiero. Le digo que siga...Amparo va haciendo la goma, pero yo ya no tengo fuerzas para mirar hacia atrás...
¡METAAAAAAA! Al final no ha sido tan duro. Muscularmente me encuentro bien y la patata late con fuerza. ¿otra vuelta?
No, vamos a comernos un arroz negro mejor.
¡Qué gran día!
El día ha amanecido precioso y fresco, aunque al final el sol ha pegado fuerte.
Nuestra aventura comienza a las 7:40 en la pista roja de Pozuelo. De aquí y sin más demora, camino de la casa de Pablo. Qué detalle por su parte y cuánto le agradezco habernos proporcionado ese punto logísitico.
En su casa nos hemos cambiado de ropa y nos hemos puesto los chips, que nos había recogido él.
El ambiente en el Retiro, era genial. Se respiraba una mezcla de ilusión, emoción, alegría y sobre todo muchos, muchos nervios. No había más que ver la cola ha había en los baños...
Nos abrimos un hueco entre los 13.000 corredores en busca de una posición de salida.
A las 9 en punto suena el pistoletazo, y ¡EMPIEZA LA CARRERA!. Un par de minutos despúes, pasamos por la alfombra de lectura de chips, cronómetro en marcha...la salida se produce sin grandes aglomeraciones-completamos el 1er Km en 5:17min-enfilamos O´Donnell y Príncipe de Vergara. El ritmo va mejorando según buscamos huecos por el carril bus. Amparo nos va marcando la carrera, mientras no paro de decirle “¡suave, suave!”. ¡Esta chica está desbocada!. Sin darnos ni cuenta, llegamos a Santa Engracia...¡comienza la cuesta!. Sin ceder ni un metro, no dejaremos de subir hasta la Plaza de Castilla.
El cuerpo de bomberos de Santa Engracia al completo nos obsequío con aplausos y haciendo sonar sus sirenas...¡Cómo disfrutamos este momento!
Atravesamos Cuatro Caminos y pisamos Bravo Murillo. Me sorprende comprobar lo que ya me habían dicho...esta calle tiene bastante más desnivel el esperado.
Amparo y Jorge marcan algunos metros a 4:00min; “suave, suave” les digo-aún queda mucho-.
Llegamos a Plaza de Castilla, el ambiente es bueno y hay gente animando. Pasamos en Mateo Inurria por el Km 10 en 51 minutos. El ritmo es bueno, nos queda la bajada...pero el sol está empezando a apretar duro.
Bajamos por Pio XII buscando la Calle Serrano...algún repecho rompepieras nos sorprende y nos hace bajar ritmo. Tomamos Serrano y bajamos con buena marcha, pero ¡ay Dios! Cruzamos María de Molina y la C/Serrano cambia de pendiente...¡y de qué manera! -Duro repecho antesala de lo que nos espera apenas 200 metros más adelante-. Giramos por Diego de León y la cuesta se endurece. Estamos en el km 14 y empiezan a aparecer los primeros síntomas de fatiga.
El camino vuelve a bajar. Las fuerzas nos vuelven a las piernas. Vamos bien, las sensaciones son buenas...Caen los metros: km 16...km 17...km 19...esto está chupado ¿chupado? Comprendo por qué es tan odiada la cuesta de Mariano de Cavia y del Angel Caído. En menos de 20 segundos paso de encontrarme pletórico a hundirme absolutamente...las piernas no van...la cabeza dice “sólo te quedan 2 km”...las piernas y el corazón dicen “déjalo, abandona” Madre mía, cómo es posible pasar de la euforia al desánimo más absoluto en apenas 50 metros...y esta cuesta no acaba nunca.
Llego a la cima, comienza una bajada, pero hay que volver a subir. Jorge me espera, pero yo no quiero. Le digo que siga...Amparo va haciendo la goma, pero yo ya no tengo fuerzas para mirar hacia atrás...
¡METAAAAAAA! Al final no ha sido tan duro. Muscularmente me encuentro bien y la patata late con fuerza. ¿otra vuelta?
No, vamos a comernos un arroz negro mejor.
¡Qué gran día!
Pablo: 1:22:33
Jorge: 1:48:06
Amparo: 1:49:15
Jorge: 1:48:06
Amparo: 1:49:15
Yo: 1:48:29
3 comentarios:
suave, suave, el miercoles a seguir para Donosti
Alex, bonito relato de los hechos, concienzudo en la localización de los pequeños infiernos (Serrano, Diego de León, Angel Caído) y de los paraísos (salida, y... ¡¡¡meta!!!). Vaya el éxito para Alberto y a todos aquellos que se dejan la vida en una ilusión, por pequeña que esta sea.
Enhorabuena a los tres...y a los otrso 10000!!!
Me ha gustado, si SR! Ameno y explicativo relato. Que tal el arroz negro? Cerca de casa del tato? Felicidades a los participantes!
Publicar un comentario