Tras 1 mes bastante fastidiado y cojo (desde la media de Fuencarral), parece que vuelvo a poder correr con cierta dignidad, aunque no al 100%. He re-hecho toda mi planificación. Nada de entrenamientos de calidad, no hay tiempo, además, si fuerzo me duele. De aquí al 17 de abril, haré volumen y cuestas, y pa´lante.
Este pasado domingo me aventuré más allá de los 25 km. Nunca había llegado tal lejos, y lo que vi allí no fue agradable, pero tampoco fue para tanto. Podría haber seguido corriendo un rato más. Tengo previsto hacer otra tirada aun más larga el próximo domingo, rozando los 30km y a partir de ahí, bajar kilometraje.
La semana la he cerrado con 50km, que es el volumen que mantenía hasta la lesión (aunque han sido km de menor calidad).
No me ha dolido prácticamente nada la pierna, lo cual es una señal extraordinaria, pero tengo un temor: estoy bajo los efectos de anti inflamatorios, que tengo que dejar de tomar en 4 días. ¿Qué pasará cuando deje los medicamentos? Lo sabré la semana que viene. Mientras tanto, sigo contento.
El día de los 25km, me llamó la atención que al querer parar, las piernas se negaban y seguían corriendo solas. Me gustó esa rebeldía. Espero que en el Mapoma mis piernas mantengan ese ansia por correr y no me traicionen.